En casa con el café de Fankør
Introducción
Si bien cuando decidí realizar este tipo de reseña, dos de los tres café de especialidad ya estaban elegidos (solo faltaba el orden), era el tercero que me generaba algo de dudas, ya que buscaba un café que siga la misma línea de los anteriores.
Por ese motivo manejé varias opciones, y al final usé el criterio de que el café de especialidad sea, necesariamente, de una cafetería y dicha cafetería fuese de una ciudad diferente, ya que, hasta donde sé, Comuna Café tiene su origen en Guayaquil y Sailor Coffee en Samborondón.
A eso también se le puede agregar las ganas que tenía de probar los diferentes tipos de café de especialidad ofrecidos por la cafetería elegida.
Fankør
La tercera elección fue el café de especialidad de Fankør, cafetería que está ubicada en Quito y que desde hace mucho me parece un lugar muy interesante (solo lo conozco por Instagram), principalmente por el café que ofrecen y la forma (su empaque). Ya es un punto de visita fijo cuando vaya a la capital.
En esta ocasión compré, vía web fankorcoffee.com, la presentación de 200gr. (también hay la opción de 1000gr.) Como en las dos anteriores entregas dejaré todas las características al final.

Presentación de 200gr. del café de Fankør. Fotomontaje: Joer (Foto: Fankør)
La cantidad de este café de especialidad, originario de Pacto (parroquia rural del DM de Quito), influyó para que nuevamente usara primero la moka, los resultados positivos obtenidos con el café de Sailor también tuvieron gran influencia.
Recordatorio: Es necesario leer las dos entregas anteriores (Comuna y Sailor) sobre el café de especialidad para comprender completamente esta entrada.
La principal sorpresa que me llevé fue el tamaño de los granos ¿o semilla? de este café; eran gigantescos, casi el doble del tamaño normal. Este aspecto se contradecía un poco con el apartado del aroma, que era leve, tanto en el empaque como al momento de molerlos.

Granos de café de Fankør. Foto: Joer
Con la moka seguí “rebajando” el pseudo espresso para obtener un americano de aproximadamente 10oz. (Salvo días puntuales no soy fan del espresso, ni pseudos). El resultado me cogió mal parado, no pude descifrarlo en ese momento, en gran medida por el llamativo e incómodo amargor, pude llevarlo bien porque dicho amargor no llegaba a ser malo, simplemente no estaba preparado.
Al siguiente día usé la prensa, aunque al inicio fallé en ajustar el molino, pude corregir y no tener que improvisar (para prensa se necesita una molienda gruesa). Con este método de extracción tuve señales de que estaba frente a un café complejo, la bebida fue muy suave.
Creí que debía ajustar la medida de café para la prensa, como sucedió con el café de Sailor, pero no fue así, porque lo hice e igual sentí que el resultado no daba su mayor potencial. Concluí que con prensa no iba a disfrutarlo como se debe por lo que volví con la moka.
Con relativa mejor preparación regresé con la moka, seguí las medidas de siempre, salvo en la cantidad de agua para rebajar. La bebida que obtuve fue de algo más de 7oz. dejé que baje un poco la temperatura (la del café) y me enfoqué en descifrarlo.
Y sí, estaba ante un café complejo, por lo menos para mí. Su aroma seguía siendo leve. El mayor protagonista seguía siendo el amargor, sí, el mismo de la primera vez, pero ahora ya no era incómodo porque, como me di cuenta ese día, no era uno negativo, de esos provocados por un incorrecto tueste. Ahora ya lo consideraba extrañamente agradable, y eso que fue el aspecto predominante por sobre las notas frutales y de miel, cuya presencia funcionaba como detalles complementarios.
Con algo menos de la mitad del empaque supe como relacionarme con este café. En general fue una gran experiencia, duró alrededor de una semana. Probablemente hizo que saliera de la zona de confort, porque de alguna u otra forma ya existía un conocimiento previo con el café de Comuna y Sailor.
Siento —porque no soy un experto— que es necesario un método de extracción específico, que no es prensa ni moka, para disfrutar completamente este muy buen café de especialidad. Me quedo un poco con las ganas al pensar que no pude hacerlo, quizá sea la excusa que necesitaba para ingresar al mundo del V60, Chemex o de alguna Breville (!)
Características del café de Fankør (Abril)
Provincia: Pichincha
Altitud: 1370 msnm
Varietal: Pacamara
Proceso: Lavado
Notas: Miel, canela y durazno
Tueste: Claro
Si viven en Quito o van a Quito salgan de su zona de confort y vayan a Fankør por un espresso, americano o cualquier bebida con este café de especialidad, luego me cuentan. Ah y me traen un par de cajas.
Con esta entrega cierro lo relacionado al café de especialidad, obviamente me faltaron varios y espero sumarlos en alguna otra ocasión. Como ya es momento de comprar café me di cuenta que no es mala idea seguir con el mismo orden de estas entregas. Gracias por leer.
Explicación por parte del tostador de Fankør
Gracias a Pablo por la explicación y a José Ruiz por la edición del video.
Nota: Este texto no solo busca centrarse en el café de especialidad como producto, sino como el resultado de varios procesos que tienen detrás a personas que cuidan cada detalle. Debido a que este tipo de café es cosechado en lotes reducidos o lapsos determinados es probable que cuando vayan a Fankør exista uno de otro origen y con notas diferentes, o quizá sea el mismo, lo importante es que la calidad está asegurada.
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